Si queremos comunicarnos correctamente acerca de nuestros periquitos, ya sea para decribirlos o para preguntar alguna duda, lo mejor es hacerlo con propiedad. Aunque intuitivamente sabemos qué parte es cada una de su cuerpo, puede haber algún término que quizá un día no nos encaja. En esta sección pretendo dejar clara cualquier duda sobre los nombres de las partes del cuerpo externas.

En la cabeza del periquito se concentran los sentidos principales con los que se relaciona con el medio en el que vive.

Diferenciamos en la cabeza especialmente la zona de la máscara. Primeramente la frente. Esta zona es importante a la hora de comunicarse, los machos la utilizan para exhibirse ante las hembras "cresteando", lo que significa que levantan las plumas y hacen que su cabeza parezca más alta y fuerte.

El pico es la herramienta por excelencia de estos animales. No sólo como entrada para ingerir alimentos pelando laboriosamente cada semilla, si no que tiene varias funciones que podríamos comparar con nuestras propias manos:

  • El pico de los periquitos es relativamente sensible y móvil, es lo primero que utilizan para explorar cualquier cosa. Dentro tienen una lengua gruesa que saldrá al encuentro para comprobar textura y sabor de lo que están explorando, y decidir si merece la pena apretar más o dejarlo estar.
  • A diferencia de otras aves de jaula, los periquitos y otras psitácidas acostumbran a trepar, y usan el pico como si fuesen los brazos, atacando primero y yendo con las patas y cuerpo después. Con el pico aseguran que el siguiente paso no sea en falso.
  • Lo usan para dar golpecitos en el pico de otros congéneres para comunicar deseos y es el foco central de las relaciones amistosas y beligerantes. Pueden dar cariño con el pico, ya sea suaves toques entre ellos, encgancharse suavemente para jugar o pasarse comida unos a otros, como resultar un arma potencialmente letal que dirigen sin dudar a las zonas más sensibles y expuestas de sus contrincantes.
  • La mandíbula inferior de las hembras es más fuerte que en los machos. Es un dimorfismo sexual que se ha visto inducido por la costumbre ancestral de las hembras de preparar el nido, un trabajo que requiere de un pico fuerte y robusto (es una de las razones por las que las hembras si nos pican, duele bastante más).

Los ojos están situados a ambos lados de la cabeza, permitiendo una visión periférica muy amplia propia de la mayoría de los animales considerados "presas" de otros, sacrificando no obstante, la visión en 3 dimensiones con profundidad de campo como en el caso de la mayoría de los depredadores o nosotros mismos (tenemos los ojos situados al frente).

Los jóvenes no suelen presentar el iris diferenciado, siendo uno de los rasgos que desarrollan con la madurez. Es un músculo que contrae y destiende el iris para permitir mayor o menor paso de luz según las condiciones; los periquitos tienen una visión nocturna bastante mala, pero su agudeza visual es muy superior a la nuestra en condiciones normales de luminosidad. La pupila también sufre fuertes contracciones cuando los periquitos se encuentran excitados sexualmente, es su modo de expresarlo. Hay variedades en las que el iris no llega nunca a aclararse, manteniendo el ojo cmo un "botón negro", e incluso a causa de la cría en cautividad, existen periquitos con el iris pardo en lugar de blanco.

La cera es la piel que recubre las fosas nasales. Su nombre viene dado por el aspecto ceroso, pues es tejido epitelial no una sustancia cerosa. En machos la coloración de la piel de las fosas nasales está mucho más pigmentada que en las hembras, con lo que se presenta de un color azul intenso, volviéndose más regular y vívido en apogeos hormonales o perdiendo su suavidad y su color cuando hay deterioro hormonal por las causas que sean. Las hembras jóvenes y fuera de los diferentes períodos de celo, presentan la cera de un color azul muy claro, que se pierde en las mismas fosas nasales volviéndose completamente blanco. A medida que evoluciona el celo en las hembras, la piel de la cera se vuelve poco a poco más rugoso y duro, cambiado su color de blanco a marrón claro, llegando en ocasiones a marrones cobrizos muy oscuros. El aspecto de la cera eng eneral es cambiante según el estado de salud del periquito. Según la mutación del periquito, la cera se mantendrá de los colores descritos, aunque existen variedades que probocan albinismo y leucismo en la piel, con lo que la melanina desaparece total o parcialmente, dejando al piel de la cera desnuda y de color "carne", volviéndose rosada en épocas de celo en los machos.

Las manchas gulares son las plumas que dibujan una mancha en forma de gota bajo los ojos del periquito, en las mejillas. Son un reclamo sexual, siendo una plumas que reflejan especialmente el espectro ultravioleta de la luz, y que los periquitos, al igual que la mayoría de las aves, pueden ver (nosotros no tenemos esa capacidad). Un periquito limpio, saludable y lozano, presentará unas plumas brillantes y "luminosas", lo que le conferirá un atractivo especial.

Las perlas de la máscara son los puntos negros de las plumas más largas que tienen en la cara. Originalmente eran 6 puntos relativamente pequeños, los últimos tapados por las gulares. Actualmente pueden tener más de 6 puntos o incluso ninguno dependiendo de la mutación y la línea de la que provengan. Son muy irregulares.

El nombre que recibe la curiosa forma de los pies de los periquitos con dos dedos hacia adelante, y dos dedos hacia atrás se denomina cigodáctilo. No son tan diestros como otros loros en el uso de sus pies como si se tratase de manos, pero sí les permiten aferrarse con firmeza a sus perchas. Las uñas son largas y curvas, también están bien afiladas, son una prolongación de sus dedos que los ayuda a asirse a superficies verticales con seguridad.

Los más jóvenes presentan una piel con una apariencia más hidratada que los adultos, y el color es tan variable como la misma pluralidad de sus mutaciones: puedes ser azuladas, grisáceas, rosadas, con las puntas de los dedos rosados y el resto de la piel azulada...

Es mportante cmprender que sus uñas están muy irrigadas, y si por algún motivo es necesario cortarlas, habrá que poner mucho cuidado de no seccionar la vena central. Siempre será mejor proporcionar superficies con als que se desgasten de forma natural antes que la opción de cortar nosotros mismos.

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